viernes, 30 de octubre de 2009

Reparto de canciones! Meme musical!

Lo que todos estabáis esperando, una entrada con canciones dedicadas personalmente. Hoy pondré a unos cuantos, mañana a los que queden.

Finduriel: All day and all of the night, The Kinks.




Marta K: Five Years Time, Noah and the Whale.



Sambucivox: Fireflies, Owl City.



Ali: Beginner's LucK, Eels.



Juanlu: Stop in the name of love, The Supremes.

jueves, 22 de octubre de 2009

El por qué de Colin Farrell

Recién llegada de ver la última película que Heath Ledger llegó a rodar, The Imaginarium of Doctor Parnassus, me enfrento a una pregunta. Pero antes de decir nada, os pongo una prueba, queridos lectores. Mirad el cartel de la película:


Hay algo que no os gusta, ¿verdad? Algo que rechina. Sabéis lo que es. Claro que lo sabéis.

Tenemos a Heath Ledger. Tenemos a Jude Law. Tenemos a Johnny Depp. Ya sabéis a lo que me refiero. ¿Qué hace Colin Farrell compartiendo cartel con estos titanes?

Una fuente que permanecerá anónima nos ha contado qué ocurrió para que este individuo colaborase en el homenaje a Heath. Esto fue lo que pasó:

Picadero de Jude Law en Martinica, 23:50

La fiesta para celebrar el fin del rodaje de The Dark Knight estaba siendo un éxito. El champán corría a raudales, así como las felicitaciones a los actores. Heath Ledger, Christian Bale y Gary Oldman tenían las muñecas hechas polvo de tanto brindis y tanto apretón de manos.

Heath en especial estaba partiendo la pana. Sus amigos y admiradores le rodeaban, mesmerizados con su presencia.

Heath: Y entonces el niño le dice, "señora, ¿ha visto a Mistetas?" y el tío va y...

Heath notó que los rostros a su alrededor se ensombrecían. Se dio la vuelta para ver la causa del metafórico bajón de temperatura en la sala. La cara sonriente de Colin Farrell, rodeada de ese pelo que, no se sabía por qué, siempre estaba como sobadillo, se aproximaba.

Colin: Heath, ¿qué pasa, compañero? Brillante.

Heath: ¿Brillante?

El grupo que antes le acompañaba se empezó a dispersar por la sala. A Heath empezó a bajarle una gota de sudor frío por la espalda.

Colin: Lo que has hecho con el Joker. Brillante. Fabuloso y dinámico.

Heath: Gracias, hombre. Tú también estuviste bien en... esto... como era... Algo de Bélgica, o algo así.

Colin: "In Bruges"

Heath: Sí, eso. Yo no la he visto, pero me han dicho que estabas... muy bien.

El esperado silencio incómodo empezó a trepar, como una enredadera, en torno a ellos. Colin no parecía incómodo en absoluto.

Heath: Huy, lo siento, creo que me llaman al móvil.

Colin: Pero si no ha sonado.

Heath: Es que lo tengo en silencio. Bueno, un placer...

Colin: Oye, ¿tienes mi Facebook?

Heath tragó saliva.

Heath: ¿Que si quiero o que si tengo?

Colin: Mira, tu busca "Colin Farrell" y te salgo, llevo un gorro de lana gris en la foto de perfil. Es que te intento agregar, pero no sé por qué no me deja.

Heath: a mí es que estas cosas de informática no se me dan muy allá.

Colin: anda, si me dejas la blackberry en un momento lo apañamos.

-----

Tiempo después, tras el trágico suceso.

Johnny: Entonces estamos de acuerdo, ¿no? Vamos a acabar la película de Doctor Parnassus, y así con lo que saquemos podemos quedarnos tranquilos y saber que la nena de Heath...

Jude: Quenpazdescanse.

Johnny: Quenpazdescanse. Pues eso, que así no se quedan en bragas ni la madre ni la niña.

Jude: He hablado con Terry Gilian, y dice que él se apunta a un bombardeo. Ahora solo nos queda ver quien hace de la tercera transformación del personaje de Heath.

Johnny: Mira, yo he estado pensando, y creo que lo mejor es poner un evento en Facebook.

Jude: Conforme. Lo mandamos a todos los amigos que tuviera agregados Heath, y luego hacemos cásting.

Los dos comenzaron a preparar el evento. Sus hermosos rostros brillaban bajo la luz del monitor.

Johnny: Oye, aquí hay un problema. El paleto de Colin Farrell también está en Amigos.

Jude: Bueno, da lo mismo. Con la cantidad de actores magníficos que tenía agregados, tenemos donde elegir.

Johnny: en eso tienes razón. Enviado queda, pues.

-------

Una semana después.

Jude: No me lo puedo creer...

Johnny entró en el salón, donde Jude estaba sentado, con el portátil sobre el regazo, mirando horrorizado la pantalla.

Johnny: ¿Qué ha ocurrido?

Jude: Sólo ha confirmado la asistencia al evento Colin Farrell.

Johnny: Jude, los sustos te los dejas para cuando me de hipo.

Jude: Que no es coña. Todos los demás están ocupados con otros proyectos. Maldita sea Colin Farrell y todos sus gorros de lana y vaqueros rotos a posta.

Johnny: Y el muy mamón no sabe ni escribir. "xdxd, q ganas tngo d trabajar n lo d Heath, mñn os pgo 1 toq y qdamos. CU bitches!". ¿Qué clase de respuesta es esta? Al final vamos a tener problemas, que yo no necesito sardinas pa beber agua.

Jude: Tranquilidad. Seguro que algo podemos apañar. Aunque salga, podemos suavizarlo para que la audiencia se quede en la sala, y las palomitas no les salgan por donde han entrado.

Johnny Depp frunció el ceño, pensativo. Jude Law cerró los ojos, intentando concentrarse.

Johnny: Ya lo tengo. ¿Qué te parece si...?

EL RESTO DE LA CONVERSACIÓN HA SIDO CENSURADO PARA EVITAR SPOILERS.

Cuando veáis la película, recordad que nada es casual, esto es lo que originó todo.

Difundid la palabra.

martes, 29 de septiembre de 2009

Having a fight with a city


Lunes, 28 de septiembre, 2009


Me levanto a las 10. Tengo la garganta seca y fuera de las mantas hace frío. Mal comienzo.

Repaso mentalmente las tareas del día: tengo que ir a Victoria Station y echar una solicitud de empleo en Pret a Manger, hacer compras para la casa, poner una lavadora si puedo y después ir al teatro.

Me agobia la idea de tener que hacer la colada. No tengo ni detergente, y no sé como funciona el dichoso trasto. Y salir del teatro a las 10 de la noche tampoco me tranquiliza.

Salgo a la calle. Hace frío y la luz es gris. Yo, que me las daba de no dejarme afectar por la falta de sol, me deprimo ipso facto. Camino a buen paso hacia el metro, me equivoco al cogerlo.

Al llegar a Pret a Manger me hacen desinfectarme las manos con un gel. Inglaterra sucumbe a la paranoia cada vez con más facilidad. Me froto las manos, las seco un poco en el pantalón.

Relleno la solicitud y se la doy al chico del mostrador, quien deja de mirarme según pasa al siguiente candidato. Miles de personas pasan cada día ante sus ojos, todas diferentes, pero son obsequiadas con la misma sonrisa de bajo coste.

Llamo a Gloria desde una cabina de la estación, quedo con ella para tomar un té. Noto que lo necesito, que si no veo una cara conocida dentro de media hora, como mucho, me desharé. Por la calle estoy a punto de echarme a llorar en varias ocasiones. Sorbo por la nariz, pestañeo y sigo andando. Cojo autobuses, me bajo de ellos. Llego a mi destino y saludo a Gloria quizá con demasiada efusividad.

No puede ir al teatro. Me regala las entradas y dos buenas horas de conversación, que me recolocan un poco. Al menos ya no estoy tan triste, y puedo hablar de mi casa y mis padres sin que me tiemble el labio.

Paso la tarde comprando, corriendo, dejando cosas en casa, cogiendo otras, sudando dentro de mi jersey, pasando frío cuando me quedo quieta en los semáforos. Empiezo a pregonar pestes sobre esta maldita isla dentro de mi cabeza.

Esta vez cojo bien el metro. Llamo a Alejandra para quedar con ella en el Globe a las 7 y 15. Me bajo en Mansion House y busco el Millenium Bridge, todavía corriendo, todavía cansada, todavía iracunda. Mis pies apisonan el suelo de acero, mis hombros golpean los de los turistas.

Y, a medio camino, entre Saint Paul y la Tate Gallery, miro hacia el oeste, hacia el Támesis.

El ocaso se tiñe de naranja y rosa, el cielo se prende y las aguas refulgen, en plata donde da la sombra, en tonos irisados allá donde brilla el neón. No se ve la suciedad del río, ni las grúas, ni todo el mal trago que esta ciudad me ha hecho pasar a lo largo del día.

Camino más despacio, bebo del atardecer y pienso, con una mueca tallando mi cara cansada, que es imposible estar mucho tiempo enfadada con Londres.

viernes, 25 de septiembre de 2009

A house in the middle of the street.

Como muchos sabréis ya, y otros no, tengo casa. Como tengo sentimientos contradictorios con respecto a este hecho, haré una lista de pros y contras, para empezar:


PROS

1. Está a 20 min de la universidad.

2. El barrio es muy soleado, y hay zonas verdes y tiendas por todas partes.

3. Mis compañeros de piso son muy amables, y siempre que llamo a su puerta me ayudan en lo que pueden.

4. La cocina y el baño son amplios, y están bastante limpios.



CONTRAS


1. Está más o menos lejos del centro, así que la zona cultureta de Londres me queda retirada.

2. El barrio por la noche se vuelve un poco sombrío.

3. Mis compañeros de piso van un poco a su bola, todo el mundo hace vida en sus respectivos cuartos, porque no hay una zona común por así decirlo.
4. De momento la calefacción está rota.
5. Hay un par de ratones en la cocina que de vez en cuando salen. No se puede dejar la comida fuera, porque puede que te la encuentres mordisqueada.
6. La nevera es enana. Tenemos 3 baldas para 6 personas.



Cuando llegué a la casa el primer día, se me echó el mundo encima con lo de la nevera, la calefacción y LOS RATONES. Hoy he comprado algunas cosas, y la habitación parece más habitable, aunque sigo con la bombilla desnuda, como en los manicomios y las cárceles.


Aquí os meto una foto de como estaba mi cuarto al llegar (y eso que en esta foto me había acomodado un poco poniendo una mantita que me habían prestado.



Hoy el plan que tenía era comprar cosas para amueblarla un poco más, y parece que me ha salido bien la cosa. Además, al ir a la facultad me he encontrado con un maravilloso mercadillo de posters!!


Aquí se reunía la muchachada, sobre todo a cotillear para luego no comprar nada.




Al igual que en España, el gurrumío este sale en todas partes.


3 por 10 libras, y todos bastante chulos. Como comprenderéis, teniendo las cuatro paredes desnudas que tenía, era una prioridad taparlas con algo bonito. Estos son mis postercillos:


Absenta, para animar sus fiestas bohemias. Recomendación: tómese después de una crisis artística, y llevando guantes con los dedos cortados.


Algo sobre Japón tenía que caer, y sabéis que siempre he pensado que el chocolate es ideal


También he hecho una excursión a unos grandes almacenes que se llaman Sainsbury, para comprarme un nórdico con su funda, y unas almohadas. Todo ello, nórdico, funda y dos almohadones, 18 libras. Me he hecho con una taza, una sartén y un cazo, porque lo de la casa está hecho una pena, y me da que mis compañeros de piso son unos huevones, y no les da por comprarlo o dar la brasa a la agencia para que cambie cosas.


El barrio donde estoy no está mal, ya he dicho que tiene verde alrededor, y hay niños y perros y gatos y zorros (o eso dicen, ninguno se ha dejado caer por mi casa, y mira que los prefiero mil veces antes que a los ratones). Hay mucha gente árabe, y muchos off-licence (he contado 5 en un tramo de unos 100 metros).




Walking by my barrio.

Lo que más me gusta es la iglesia que tenemos al final de la calle. Por lo visto es la parroquia de Saint Barnabas, y lo que más me ha llamado la atención es la estrella de cinco puntas que tiene en una de las vidrieras. ¿Será masónica? Igual es que en vez de misas hacen rondas de ouija...



Aquí se aparece Loles León enfundada en una bata de guatiné.

Ah, otra cosa que os quería enseñar es mi universidad, que casi no he dicho nada de ella. El campus es ENORME, y hay muchísima gente. Los profesores son bastante formales y pasan mucho tiempo en su despacho, de manera que no te tiras las horas esperando que te atiendan para que luego no estén, ni te encuentras carteles de "estoy en la cafetería" en las puertas.


Este es el edificio más bonito, los que usan para dar clase son normales aunque la biblioteca es una construcción más antigua.


Arte urbano de camino a la facultad.

Y una cosa curiosa que hay dentro del campus es el cementerio. Por lo visto, hay muchos españoles enterrados en él, aunque hasta que no lo vea con mis propios ojos, lo daré por leyenda urbana.


Y eso es todo por hoy. Seguiré añadiendo entradas, pero tampoco pretendáis que me ponga a actualizar dos veces al día. Que os conozco, y luego os entra el cagaprisismo.


Recordad que os amo!

lunes, 21 de septiembre de 2009

El loco de Hyde Park

Bueno, bueno, siguiendo el consejo de un buen amigo (guiño-guiño-patada-codazo, COFjaviCOF), voy a hacer que este blog arda mientras esté por Inglaterra.

Hoy he dedicado la mañana a hablar con los de una inmobiliaria, y a la vuelta un grupo de chicas españolas se han metido en el metro. Resulta que en el vagón había un chico que estaba buenísimo (muy british, así rubiajo con ojos azules y la boca muy roja), y el diálogo ha ido así:

- Soraya -ha dicho una - ¡SORAYA! (aquí la gente no grita, así que os podéis imaginar el espectáculo que ha dado la del berrido.
- ¿Qué pasa?
- ¿Has visto?
- Ya ves, está el tío que...
- Oye, que ha venido con la novia.
- A mí me da igual, yo me sentaba en sus rodillas y ¡zas!
- La novia tampoco es tan guapa...
- Ya ves.


Yo creo que había otro español en el metro además de mí, porque las miraba y parecía que se le escapaba un rebufo de risa. En fin, luego me he ido un rato a pasear por Hyde Park, a comerme este manjar:
Son como lacasitos, pero con matequilla de cacahuete en vez de chocolate. Maravillosos, sobre todo si lo que se tiene delante mientras se degustan es esto:
Hoy hacía además un sol que no veas. Me parece increíble que esté teniendo mejor tiempo aquí que cuando estaba en Madrid. Vamos, no me quejo, pero es raruno.
Después de sentarme un rato a comer y mirar a las ardillas, los cuervos y a una cantidad considerable de tíos buenos (Londres es un vergel, y además tienes de todas las nacionalidades), ha llegado un señor muy sucio, muy gracioso y muy loco que me ha dado la brasa durante 25 min aprox. Menos mal que me ha llamado una amiga y me he ido alejando, murmurando excusas y pensando "sape!"

Luego a la hora de la comida he ido al Paddington Arms, un pub al que fui hace dos años donde se come muy bien (y más barato).

De primero unas patatas fritas típicas. Allí las más populares son las que van al punto de sal, las de vinagre y las de queso y cebolla. He pedido las últimas, que estaban de puta madre, por cierto.
¡¡La cocacola aquí sabe rara!! Es como más dulzona... Pero las botellas son más grandes, muahaha.Y de comer, algo típico: cordero en salsa de menta y romero, con guisantes, zanahorias y puré de patatas. Estaba todo buenísimo, he salido rodando del pub.

Sólo se ven guisantes, pero debajo había una montaña de puré.

Y luego por la tarde a HMV, a ser tentada por los precios irrisorios de los DVDs. Pero es que algunos sólo valen 3 libras!!! ¿Cómo resistirse a eso? Y han caído dos pelis: Drivin Lessons y Wilde. Porque Rupert Grint y Stephen Fry lo valen.

Y ese ha sido mi día. Mañana: universidad, reunión erasmus y visita a pisos. Deseadme suerte, que la voy a necesitar. Eso y un médico, porque tengo un trancazo de cojones. Pero no se lo digáis a mi madre, que se cruza el canal de la Mancha a nado!!

domingo, 2 de agosto de 2009

cHeRrYbOmB

Cartel de la peli. A Rupert ya le pagan según la ropa que no se ponga.

Este es el título de la nueva película de Rupert Grint (Ron, de Harry Potter), que fue estrenada en el pasado festival de Berlín con muy buenas críticas. Dentro sinopsis:

Malachy (Rupert Grint) y Luke (Robert Sheehan) han acabado sus exámenes, y planean pasar un verano cojonudo. Sin embargo, la llegada de Michelle (Kimberley Nixon), una belleza cautivadora pero problemática, pone a prueba su amistad a la vez que les empuja a correr riesgos innecesarios que tocan la ilegalidad en su batalla por conquistarla (gracias, Wikipedia).
Alcohol, drogas, desnudos, atracos y robos son los ingredientes de la peli. Aún no la han estrenado, me temo (por lo menos en internet no está, y creo que eso es definitivo), y he decidido escribir el post para dejar de morderme un rato las uñas.

Pero qué clase que me tiene el niño

En general la estética del film es muy de "peli-de-niñatos-que-ponen-un-pie-fuera-de-la-ley", con sus toques guarretes y demás. Si Rupert quería romper con el rollo Harry Potter, lo ha conseguido, porque sale metiéndose rayas y follando con la tal Michelle (con erótico resultado). ¿Estamos contentos? Lo estamos.

Esta foto es un poco Trainspotting, y por tanto me encanta.

El otro chico, Robert Sheehan, está también pa aborrecer el vino. Se da un aire a Fidel, el de Aída, pero más guapo e irlandés. Por cierto, un puntazo a favor de la peli es que podremos escuchar a Rupert hablar con acentazo de Belfast (citando a Pippin: "ay, omá").

Creo que la foto habla por sí sóla, pero... omá, que rico!

Así que nada, vamos a ver si sale aquí, y si no tendremos que enchufarnos al Megavideo, si es que la suben alguna vez. De momento, y para consolarme, veré Driving Lessons, que es otra peli de Rupert. Ya os contaré que tal, ciao!
Ah, se me olvidaba, marchando tráiler!

viernes, 31 de julio de 2009

Harry Potter y el Misterio del Príncipe... Menudo mojón.

La sexta película de Harry Potter no se ha ganado un sitio en la estantería de los DVDs de mi corazón, y eso a pesar de haberle dado dos oportunidades para que me conquistara.
La falta más grave de la que se le acusa es de mala adaptación de guión. Se comen partes importantes para la trama, y no sólo los detalles en los que sólo se fijan los fans, quienes no podemos seguir consolándonos con la idea de que "ya lo mencionarán todo en la siguiente película". Si a estas alturas no se le ha dado a Severus Snape la importancia que merece, apaga y vámonos. Con dos pelis en la despensa, la Warner intentará ordeñar la vaca de las ubres de oro hasta dejarla seca, pero el producto resultante no será digno siquiera de la estantería del fondo de los refrigerados del Dia.
¿Y qué dice Jake Rowling de esto? Ahora puede que esté dándose un baño de billetes, riendo a carcajada limpia, pero estas cagadas cinematográficas son de las que minan poco a poco e irremediablemente. El escaso protagonismo de Neville Longbottom, o los inventos de los guionistas (que parece que no se quedar a gusto si no mean en el territorio ya ocupado) llevarán a la escritora a la locura. Al final de sus días me veo a la Rowling agitando una garrota ante los testigos de Jehová y a los de la propaganda (que serán los únicos que la visiten), gritando "¡¡YO SOY LA MADRE DE HARRY POTTER, ¿ME OÍS?!! ¡¡SÓLO YO TENGO LA VERDAD!!".

Las cosas que menos me han gustado:

Qué carajo pasa con Snape:
lo único que llama la atención del personaje es que ha rejuvenecido como diez años. Mientras los protas van desarrollando músculos y vello donde antes no había nada, Sev retrocede en el tiempo. Me gustaría pegarles un post it a los de maquillaje que dijera: "TOO LATE!". Igualmente, Alan Rickman está bello, y eso que nos llevamos. Igual fue idea suya, y decidió darse botox para que su personaje se viera, después de ver las cagadas de los guionistas.
Además, la única explicación del rollo del Príncipe Mestizo es un exabrupto lanzado por Snape al final de la peli. Nada de lo de su madre ni na de na.

Ginny & Harry, sitting on a tree:
todo el lío de Harry y Ginny se lo han pasado por el arco del triunfo, y en vez de poner en la pantalla lo que ocurre en el libro, han decidido hacer una historia de amor de peli de Meg Ryan, pero con personajes muuuuucho más sosos. El beso que se dan es cartoniano, a Harry no se le ve lo bastante interesado en ella, y el resultado es... meh. Nos deja fríos.
Inventos:
sólo para quien no haya leído el libro y viva angustiado por las cosas que se han visto en el cine: la Madriguera no arde en ningún momento. Los Weasley no se quedan en la calle. ¿Más tranquilos? Tampoco hay ninguna atractiva camarera anglo-africana que intenta ligar con Harry. De todas maneras, ¿alguien se creyó eso?

Cosas que me han gustado (no todo iba a ser malo, ¿no?):

A Weasley vamos a coronar:
los momentos de Ron son muy fieles, y creo que descontando que Rupert Grint se pasa poniendo cara de gili, creo que podemos asentir con aprobación. El rollete con Lavender está gracioso, y, sinceramente, lo flipé con el Quidditch.

Me hago pa*as pensando en... :
Draco Malfoy, por supuesto. Le han calado en esta peli (eso aplaca en parte mi ira por lo de Snape), y espero que la cosa se mantenga en las siguientes, y que no desaparezca de repente, como pasó en el lapso de la tercera a la sexta. No soportaré que Malfoy vuelva a ser el matón imbécil del colegio, ¡no lo soportaré!

Sortilegios Weasley:
la tienda de Fred y George es de lo que más se han currado, no tengo ninguna queja, y los gemelos siguen manteniéndose tan in character como al principio, o incluso más.

Luna Lovegood:
Evanna Lynch, la actriz que interpreta a uno de los personajes que más me gustan, sigue partiendo la pana. Creo que contratarla fue la última decisión cuerda de la Warner.

Y el resto digamos que tiene una puntuación de 6. En fin, habiendo dicho esto, me retiro, no sin antes poner una fotaca de Tom Felton haciendo de Draco. ¿Soy yo la única que le ve muy Sick Boy?