domingo, 2 de mayo de 2010

Instrucciones para triunfar en Corea sin hablar coreano

¡Traigo el método revolucionario, oiga! Bueno, revolucionario no es, de hecho es el truco más viejo del mundo. Seguid leyendo y lo descubriréis.
Ayer volví a adentrarme en el mundo Corea (predecible, lo sé). Hice una búsqueda guapa de las pelis más populares en mysoju.com, y me puse a bucear entre los títulos (algunos de los cuales no son más malos porque se autodestruirían en cinco segundos).
Encontré una que parecía interesante, no por el título, pero sí por la sinopsis: "Seducing Mr. Perfect". La cosa va de una ejecutiva, Min-Jun, que siempre lo da todo por sus novios, que son en general unos impresentables. Con tres plantones a sus espaldas, y el corazón pegado con tiritas, se topa con Robin Heiden, otro ejecutivo de muy alto caché. Se topa pero bien topada, porque le mete un topetazo por detrás con el coche, y la primera conversación que tiene es por líos del seguro. Por si la cosa no fuera ya bastante chunga, él no habla coreano, y ella finge que no le entiende en inglés, para ver si se puede ahorrar la mandanga de la indemnización.
Él acaba sacándole una business card a ella, y se pira. Cuando Min-Jun llega a la oficina, se encuentra con que el nuevo jefe que ha venido de la sucursal de Nueva York para hacerse cargo de todo la ha seleccionado personalmente para que sea su secretaria.
Min-Jun se queda más que picueta, porque ella no es ninguna secretaria, sino que se encarga de la recopilación de datos de la empresa (más que nada se encarga de averiguar los puntos débiles de las empresas rivales). Total, que se planta en el despacho del jefe, y no es otro que Robin Heiden (sí, no es una sorpresa para nadie, pero bueno, es una comedia romántica de Corea el Sur, no vamos a pedir peras al olmo).
La cosa es que, por unas y otras, el jefe acaba dándole consejos para que deje de ser una persona tan patética en las relaciones amorosas. Ella le pide que se disculpe por insultarla, y él le dice que no se ha disculpado en la vida, que lo hará si ella consigue que él se postre a sus pies, enamorado perdido. Así comienza la nueva misión de Min-Jun, que obviamente acabará en romance, situaciones que dan vergüenza ajena y música lacrimógena en los momentos cumbre. Y no, esto no es spoiler.
La película no está mal, pero tiene mérito porque me ha hecho descubrir a su prota, Daniel Henney. Ay, omá.
Mi amiga Ana ya me había dicho algo de él, creo que fue un comentario tipo "el que hace de Agente Zero en Lobezno: los orígenes está to bueno, y es coreano". Yo lo registré, pero lo dejé archivado por el trastero cerebral, hasta que me ha vuelto todo con la peli esta.
Daniel Henney, nacido en Carson City, Michigan, no sólo tiene el mérito de estar mejor hecho que la tabla de multiplicar, sino que además ha conseguido triunfar en Corea sin hablar ni papa de coreano. Sí, es cierto que su madre es coreana, pero la madre ya llevaba toda su vida en EEUU, y el padre es americano también, así que el muchacho se ha educado en inglés, y ya está.
Eso no le impide actuar en pelis/series/programas/anuncios coreanos. La película que me ha llevado a escribir este post, sin ir más lejos, es un ejemplo de que no se tiene que romper la espalda aprendiendo el idioma. Él no dice una palabra de coreano en la hora y cuarenta minutos que dura, y los diálogos consisten en él hablando inglés, y ella coreano, y al parecer nos tenemos que creer que no hay ningún tipo de barrera lingüística. Pues mu rico.
En el fondo, como lo que importa es que salga Daniel enseñando pechazo, pues nos resbala lo del idioma, y la verdad es que el tío está imponente. No actúa mal tampoco (que el guión no lo ha escrito Kubrick, también es verdad), y su co-protagonista, Um Jung-Hwa, le sigue bien el rollo, y no es demasiado pedorra, que era lo que podíamos esperar (sobre todo yo, después de haber visto protas mierderas en otras pelis coreanas, como "100 días con Mr. Arrogante", o "He was cool").
En la peli tenemos carnecita para dar y regalar, como podéis observar:

Yo no prometo en balde, amigos míos. Hasta el crucifijo ese que lleva toda la peli le queda bien.

Toooda la película se la pasa llevando unos trajes que le caen como un guante. Corano trajeado, Coreano mejorado (guiño-guiño-patada-codazo, Carmen).

Que levante la mano al que se le haya hecho el culo 7up.

En fin, que la peli merece la pena, no sólo por verle a él, sino también porque es una peli guay para ver una tarde tonta. Vamos, que entre esta y una de Meg Ryan, sale ganando esta, que tiene el toque exótico.

Pero, siguiendo con Daniel Henney (si os aburro me lo decís), después de recuperar toda la información que Ana me había proporcionado, me puse a ver Lobezno: los orígenes otra vez, porque la primera la había visto con mi madre, y me había quedado dormida. Además, la peli era de los moros, y ni siquiera tenía los efectos por ordenador terminados, cuando Hugh Jackman botaba de aquí para allá, sólo se veía un dummy, y mal hecho encima.
Bueno, que viendo Lobezno onemoretime le he visto en toda su gloria y esplendor ¿mutante? No me queda muy claro si él es un freak o no... En fin, dentro fotos:

A mí que los tíos con pistola nunca me han ido... De hecho, sigo pensando que le pondría una katana en la mano y mucho mejor.

Brazacoooos...venacaaaas... Como sabe donde duele, el cabrón.

Tres cuencos de arroz me comía con esto.

Ejem. Pues la cosa no queda ahí, el tío se está hinchando a hacer anuncios de todo tipo, y a ser portada de revistas a cascoporro. Wikipedia os lo cuenta mejor. Yo me limitaré a poner más fotos chotorras, que si me queréis es por eso.

¿Os acordáis de Yamapi en Kurosagi, con su catchphrase del "bang!"? Pues aprende, Yamapi.

Coreano con coleta... ¿quién termina la rima?

Toque gafas, que también nos gusta mucho.

Más traje, por petición popular.

Venga, que alguien lo diga. ¿Tendré que ser yo la que lo diga? DANIEL, LLÉNAME EL DEPÓSITO!! Con éste, full tank, por favor.

Bueno, voy a ponerme un poco a remojo, que después de pasarme una hora buscando fotos no os digo cómo voy. Ciao!