miércoles, 25 de agosto de 2010

Bringing home the bacon

Me hallo en uno de los esporádicos puestos de trabajo que mi empresa actual me ha asignado. Sustituir a una recepcionista siempre da lugar a miradas recelosas por parte de los compañeros de trabajo, y, francamente, no debería propiciar su desaprobación usando Facebook, Twitter y demás como la enferma cibernauta que soy. Pero qué demonios, es la primera vez en siglos que tengo Internet sin banear en mi puesto de trabajo, y quiero aprovecharlo. Tampoco es que me estén sangrando los oídos de lo que suena el teléfono.
Con todas mis redes sociales cubiertas bajo la última pestaña abierta del Internet Explorer (que muestra la versión on-line de Vanity Fair, para que se vea que el mayor de mis crímenes es conocer cómo va el mundo a nivel internacional/cultural/superficial) me siento como una ninja. Leí hace poco que la libertad para navegar por Internet desde tu lugar de trabajo aumenta la productividad. De mi experiencia mirando al techo en Vodafone puedo sacar la conclusión de que tener una intranet con la seguridad de Guantánamo no te ayuda a desarrollar el trabajador feliz que llevas en ti.
Y es que, señores, hay que contemplar también las necesidades de concentración que cada trabajador va a tener. Normalmente el uso que se hace de Internet en el trabajo va desde Facebook a 20minutos.es, pasando por el blog ocasional y las fotos de Megan o Matthew Fox que sirvan de eye-candy y de herramienta de motivación (yo, personalmente, prefiero un salvapantallas de Oprah). No me parece a mí que este tipo de consultas vayan a acabar con el carril de pensamiento de nadie.
Veamos también la otra cara de la moneda; muchísima gente ve porno en su puesto de trabajo (yo tampoco entiendo cómo se atreven, pero salía en Queer as Folk y ya he oído un montón de cotilleos de trabajo sobre el tema). Chats y cibersexo van de la mano con esto. Yo insisto, si cada uno se puede organizar, incluyendo las dosis de onanismo laboral, pues allá cada uno con su música. Con que sean limpios y lo recojan todo luego... Las empresas no lo ven así (lo entiendo, porque muchos currantes son como críos y no dan palo al agua si tienen el ordenador delante con libre acceso a YouPorn), pero en vez de hacer un filtrado de páginas como dios manda, y quitar las peligrosas y las que son de mal gusto, por meterlas en alguna categoría, hacen una intranet blindada y dejan a todo cristo sin poder consultar ni cómo llegar de A a B en googlemaps.
En fin, que yo defiendo y promuevo el Internet en el curro, y se acabó. Que ha sido un mes muy largo mano sobre mano, y eso al final acaba con tus nervios.
Un saludo! Que bien sienta actualizar el blog cuando debería estar haciendo algo productivo para mi empresa.