miércoles, 28 de enero de 2009

A la puta calle

Un nuevo despido se suma a mi trayectoria laboral. Hoy he sido despedida del 11888, porque "no he pasado el periodo de prueba". Así es la vida.
He soltado dos lagrimitas de impotencia (lo del periodo de prueba me ata de manos y pies, da lo mismo cuánto me queje), pero ahora estoy concentrada en los exámenes. No puedo dejar que la pérdida de curro que deje agilipollada, porque lo más importante es aprobar todas las que tengo este cuatrimestre. Y punto.
Así que no lloréis por mí, que prefiero que os riáis.

sábado, 24 de enero de 2009

Just a rock star?

Amigos míos, lectores y gentes en busca de la sabiduría absoluta que leéis mi blog:
acabo de llegar a mi casa tras pasar por una experiencia que definiría como abrumadora, si el término no se me quedara corto.
Hoy, a las 22:30, en la sala Fax, han tocado los Arcadians. Con unos cuantos conciertos a mis espaldas, y tratando de desembarazarme de algunas cosas, como favoritismos y demás, puedo decir que ha sido el mejor de su carrera.
Empezaron, como no, con Just a Rock Star -un temazo para empezar un concierto-. A los tres segundos, después de mirar a todas partes, de parpadear, rascarme los ojos y los oídos, me di cuenta de algo: que no sólo sonaban de puta madre (que es algo a lo que nos tienen acostumbrados), sino que la música tocaba, de alguna manera, las entrañas del público. La gente no se limitaba a flipar, sino que había comenzado a ascender los peldaños de la escalera mecánica hacia el nirvana.
¿Eran notas lo que estaba sonando? No podía creérmelo. ¿Eran las mismas canciones que había escuchado tantas veces? Sí, pero hoy se han sentido como nunca.
En fin, me voy a callar, porque todavía tengo la euforia post-concierto (que mañana se convertirá en sindrome de abstinencia post-concierto), y no quiero emocionarme más, por mucho que me cueste.
Enhorabuena, chicos, porque ha sido increíble.

martes, 20 de enero de 2009

Canciones que me marcaron 9

¡¡Cuanto tiempo hacía que no posteaba una entrada de estas!! Esta vez el tema elegido es, siguiendo con mi etapa-obsesión Bowie, Moonage Daydream, del disco Ziggy Stardust and the Spiders from Mars. La traducción la haré más tarde, porque ahora tengo clase. Here we go.


"Moonage Daydream"

I'm an alligator, I'm a mama-papa coming for you
I'm the space invader, I'll be a rock 'n' rollin' bitch for you
Keep your mouth shut, you're squawking like a pink monkey bird
And I'm busting up my brains for the words
Keep your 'lectric eye on me babe
Put your ray gun to my head
Press your space face close to mine, love
Freak out in a moonage daydream oh yeah!
Don't fake it baby, lay the real thing on me
The church of man, love
Is such a holy place to be
Make me baby, make me know you really care
Make me jump into the air
Keep your 'lectric eye on me babe
Put your ray gun to my head
Press your space face close to mine, love
Freak out in a moonage daydream oh yeah!
Freak out, far out, in out

lunes, 19 de enero de 2009

Hangover

Llevo unos cuantos fines de semana que acabo ligeramente perjudicada. Este no ha sido una excepción, especialmente en lo que al domingo se refiere.

Se suponía que el domingo 18 de enero era la fiesta del mochitsuki. Pues bien, por falta de ánimos, energía -el sábado también salí hasta las 5 de la mañana- y dinero, no pude ir. Así que Sambucivox, my dear friend, me sugirió que pasáramos una tarde de comida oriental y pelis.

Me apunté sin pensarlo, obviamente.

Pues en el badulaque asiático de Príncipe Pío vimos unas magníficas botellas de sake por un precio irresistible: 3 euros, además de una botellita monísima de licor de ciruela, por 0.90 euros. Sí, habéis leído bien, noventa putos céntimos. No pudimos evitarlo, nos llevamos dos botellas de sake y una de licor, además de tres toneladas de guarradas tipo marshmallows de fresa y arándano, mochi de tres sabores, empanadillas chinas, etc. Ah, y galletitas de la suerte -el papelito que me toco en la segunda decía "cuando el bolso se vacía, el corazón se llena", una señal obvia de que me tengo que hacer a la idea de ser pobre-.

Nos dimos una orgía de visionado de pelis. Cayeron:


- "Kids"

- "Vicious Circle", el monólogo hiper largo de Dane Cook -visionado obligatorio-.

Y mientras, pues nos pusimos ciegas a sake, a marshmallows carbonizados y a empanadillas. Pero sobre todo a sake. Terminamos con un pedo brutal, por supuesto, y nos reímos un montón.

Lo peor ha sido la mañana.

A las siete en punto mi estómago ha empezado a morir, arrastrando a todo mi organismo detrás. Tras escribir mi última voluntad en el papel desechado de una galletita de la fortuna -lo único que tenía a mano- he reptado hasta el baño. Allí no os cuento lo que ha ocurrido, porque no sería fino, y fina lo soy un rato.

En fin, que casi me muero sentada en el retrete, y además he pasado como veinte minutos aterrorizada porque era casi seguro que iba a potar. Yo O-D-I-O potar. Me agarro con uñas y dientes a cualquien otra alternativa, porque mi cuerpo se niega a pasar por eso.

Al final no ha pasado nada, me he arrastrado de nuevo a la cama, he echado al gato de Bea cuando me ha empezado a morder los pies, y he entrado en un estado de sopor muy agradable, pero que no ha durado mucho.

El resto de la mañana ha ido con normalidad, pero tengo un jodido enano tocando la pandereta en mi cabeza, ardor de estómago y los ojos se me han secado hasta parecer dos bolas de pelusa.

Después de esto una empieza a preguntarse si no habrá llegado la hora de cortarse un pelo y dejar los excesos...

Desde la tortura de la resaca definitiva, os saluda vuestra guía espiritual.