La sexta película de Harry Potter no se ha ganado un sitio en la estantería de los DVDs de mi corazón, y eso a pesar de haberle dado dos oportunidades para que me conquistara.
La falta más grave de la que se le acusa es de mala adaptación de guión. Se comen partes importantes para la trama, y no sólo los detalles en los que sólo se fijan los fans, quienes no podemos seguir consolándonos con la idea de que "ya lo mencionarán todo en la siguiente película". Si a estas alturas no se le ha dado a Severus Snape la importancia que merece, apaga y vámonos. Con dos pelis en la despensa, la Warner intentará ordeñar la vaca de las ubres de oro hasta dejarla seca, pero el producto resultante no será digno siquiera de la estantería del fondo de los refrigerados del Dia.
¿Y qué dice Jake Rowling de esto? Ahora puede que esté dándose un baño de billetes, riendo a carcajada limpia, pero estas cagadas cinematográficas son de las que minan poco a poco e irremediablemente. El escaso protagonismo de Neville Longbottom, o los inventos de los guionistas (que parece que no se quedar a gusto si no mean en el territorio ya ocupado) llevarán a la escritora a la locura. Al final de sus días me veo a la Rowling agitando una garrota ante los testigos de Jehová y a los de la propaganda (que serán los únicos que la visiten), gritando "¡¡YO SOY LA MADRE DE HARRY POTTER, ¿ME OÍS?!! ¡¡SÓLO YO TENGO LA VERDAD!!".
Las cosas que menos me han gustado:
Qué carajo pasa con Snape:
lo único que llama la atención del personaje es que ha rejuvenecido como diez años. Mientras los protas van desarrollando músculos y vello donde antes no había nada, Sev retrocede en el tiempo. Me gustaría pegarles un post it a los de maquillaje que dijera: "TOO LATE!". Igualmente, Alan Rickman está bello, y eso que nos llevamos. Igual fue idea suya, y decidió darse botox para que su personaje se viera, después de ver las cagadas de los guionistas.
Además, la única explicación del rollo del Príncipe Mestizo es un exabrupto lanzado por Snape al final de la peli. Nada de lo de su madre ni na de na.
Ginny & Harry, sitting on a tree:
todo el lío de Harry y Ginny se lo han pasado por el arco del triunfo, y en vez de poner en la pantalla lo que ocurre en el libro, han decidido hacer una historia de amor de peli de Meg Ryan, pero con personajes muuuuucho más sosos. El beso que se dan es cartoniano, a Harry no se le ve lo bastante interesado en ella, y el resultado es... meh. Nos deja fríos.
Inventos:
sólo para quien no haya leído el libro y viva angustiado por las cosas que se han visto en el cine: la Madriguera no arde en ningún momento. Los Weasley no se quedan en la calle. ¿Más tranquilos? Tampoco hay ninguna atractiva camarera anglo-africana que intenta ligar con Harry. De todas maneras, ¿alguien se creyó eso?
Cosas que me han gustado (no todo iba a ser malo, ¿no?):
A Weasley vamos a coronar:
los momentos de Ron son muy fieles, y creo que descontando que Rupert Grint se pasa poniendo cara de gili, creo que podemos asentir con aprobación. El rollete con Lavender está gracioso, y, sinceramente, lo flipé con el Quidditch.
Me hago pa*as pensando en... :
Draco Malfoy, por supuesto. Le han calado en esta peli (eso aplaca en parte mi ira por lo de Snape), y espero que la cosa se mantenga en las siguientes, y que no desaparezca de repente, como pasó en el lapso de la tercera a la sexta. No soportaré que Malfoy vuelva a ser el matón imbécil del colegio, ¡no lo soportaré!
Sortilegios Weasley:
la tienda de Fred y George es de lo que más se han currado, no tengo ninguna queja, y los gemelos siguen manteniéndose tan in character como al principio, o incluso más.
Luna Lovegood:
Evanna Lynch, la actriz que interpreta a uno de los personajes que más me gustan, sigue partiendo la pana. Creo que contratarla fue la última decisión cuerda de la Warner.
Y el resto digamos que tiene una puntuación de 6. En fin, habiendo dicho esto, me retiro, no sin antes poner una fotaca de Tom Felton haciendo de Draco. ¿Soy yo la única que le ve muy Sick Boy?
viernes, 31 de julio de 2009
martes, 14 de julio de 2009
Gambit, o lo que debió ocurrir en Wolverine.
Bueno, a estas alturas un buen número de personas se ha dejado caer por el cine para ver Wolverine, o Lobezno, los orígenes, como se ha llamado aquí. Me río de la traducción de Wolverine, as always, pero no estoy aquí para explicar esto.
En fin, quien haya visto la peli ha tenido el placer de conocer a Gambit (Gambíto, en español -minipuke-), ese personaje que es un genio jugando a las cartas, y que además hace que las cosas exploten en medio de un resplandorcillo púrpura.
Según Wiki y mi experiencia como espectadora de varias series de televisión de X-men y algunas partes del comic, Gambit, cuyo nombre auténtico es Remy LeBeau, nacio en Nueva Orleans, y fue secuestrado del hospital donde estaba por el Gremio de Ladrones. Denominado "Le Diable Blanc", se creía que iba a ser el punto de unión entre el Gremio de Ladrones y el de Asesinos, en guerra por aquel entonces. Remy lo intentó, y para ello se casó con la heredera del Gremio de Asesinos, Bella Donna Boudreaux, pero fue desafiado por el hermano de ésta, Julien, después de la boda. Al matar a su cuñado, Remy fue desterrado de Nueva Orleans.
Durante su exilio, Gambit se dedicó a viajar, haciendo amigos y enemigos. En su peregrinación, descubrió que su cuerpo contenía una carga insoportable de energía cinética. Fue a ver a un tal Doctor Siniestro, que le redujo sus poderes considerablemente, pero al mismo tiempo le hizo capaz de controlarlos. A cambio, tuvo que dirigir un grupo creado por el doctor, Los Merodeadores, del cual formaba parte Dientes de Sable.
Más tarde se uniría a los X-men, aprendiendo de ellos, pero guardándose todos los detalles sobre su pasado, incluído su verdadero nombre. Wolverine nunca se fiaría de él. Además, tendría una relación de ¿amor imposible? con Pícara, con obstáculos como que ella es mortal al tacto y demás. De todas maneras, Pícara acabó enamorándose de él también, aunque lo suyo tuvo telita. Pero esa es otra historia.
Vamos, que lo que es Gambit es un ladrón cajún que va dando tumbos por el mundo, robando objetos valiosos y tratando de seguir a su rollo. No es un niñato que se deja barba de dos días para parecer mayor, que se dedica a robarle la paga a otros niños jugando al pocker.
Me desilusiona enormemente que en la peli hayan limitado tanto su aparición, para que luego encima salga dándoselas de salvador-del-último-momento, un papel que no le pega nada de nada. ¿A santo de qué tiene que estar lamiéndole el culo a Lobezno, con lo mal que se han llevado siempre? ¡¡Si hasta tuvieron un duelo a muerte en la Sala del Peligro!! Y lo peor no es eso, no.
Así es Gambit en la peli:
MAL!! TODO MAL!! ¿Cómo va a ser Gambit un ex-agente de apuestas? ¿Y esa cara de niñato? ¡¡¿UNA CAMISA DE SATÉN MORADO?!! Que estamos hablando de Gambit, coñe, no de uno de la panda del Joker... Además, se han pasado lo de los ojos rarunos que tiene por el arco del triunfo, y el uniforme no lo han respetado nada. Prefiero achacarlo a que todavía no está metido en los X-men, y por eso va de incógnito (aunque la camisa de host que lleva no le ayude mucho a pasar desapercibido).
Tragando menos bilis, pero aún mosqueada, se despide una servidora.
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