miércoles, 9 de enero de 2008

What has the rain done to us?

La lluvia. Siempre ha sugerido melancolía, tristeza, romanticismo, decadencia, renovación, vida, frescor, etc...
Cuando un camión pasa a un metro de tí sobre un charco de LLUVIA y te empapa hasta las rodillas, no vienen a tu mente pensamientos románticos, precisamente.
Cuando sales del trabajo y ves que el cielo que antes era de un límpido azul se ha vuelto gris-apocalipsis, no percibes la vida en el aire.
Cuando te cae la de Dios porque tu paraguas ha volado como un murciélago hace dos segundos, y tienes el pelo pegado a la cabeza por el agua de LLUVIA pantanosa que cae en Madrid, no te limitas a sentir melancolía.
Lo único que puede despertar esa catarata malévola es la ira.
¿Qué otra cosa puedes sentir cuando las calles están más atestadas que nunca, y no paras de enganchar con tu paraguas el de la vieja de al lado? No puedes andar erguido, tienes que acurrucarte debajo de tu única protección, que se reduce a un armatoste de tela "impermeable" y varillas que dura tanto como un bollo en la puerta de un colegio.
¡¡¡Nos hemos dejado atrapar por el romanticismo literario que otorga a la lluvia un valor que no merece!!! ¡¡No tiene por qué ser bonita!! ¡¡No tiene que resultarnos relajante!! Sí, es necesaria, vale, pero no nos hace las cosas más fáciles, precisamente. Al menos en la urbe. Carajo.
La Mo, resucitando una hoja de cuaderno que garabateó con furia hace un mes.
...
Sin comentarios.
(¿Está bien el título? Lo he leído y reescrito tantas veces que ha dejado de tener sentido...)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se nota que lo escribiste con furia, desde luego y, aunque el lugar ideal para disfrutar de la lluvia no sea en plena urbe de Madrid, también se agradece el olor a tierra mojada al pasar cerca de un parque y el nuevo aire que se respira después de que esa LLUVIA haya retirado al menos una parte de la contaminación, por mucho que antes nos haya caído encima. Seguramente lo de aquel día era algo más que la simple lluvia. Besotes.

Ana

flordesombra dijo...

no, era sólo la lluvia. No es como si me hubiera enfadado por algo más... Ni por alguien. Que va ¬_¬