jueves, 22 de mayo de 2008

La erótica del rock

"Cada mañana, George F. Longbourne se levantaba siendo un geek. Un friki. Un descarriado social. No se le quitaba lavándose la cara. Tampoco se lo curaba el desayuno (aunque, claro, desayunar Awesome Ultra Sweeted Crunchy Stars no era lo que se dice la panacea de la vulgaridad).
Ciertamente, la ropa no le ayudaba a disfrazarse. Su camiseta de "David Hasselhoff saved my life", repleta de chapas de Gundam, no era lo más adecuado para pasar desapercibido. Su pelo no estaba demasiado limpio, y los vaqueros que llevaba tenían demasiado rotos y manchas.
George F. Longbourne no tenía demasiado éxito con las chicas. No tenía demasiado éxito en general.
Pero, algunos días, ocurría algo extraordinario. En esos días el sol no brillaba más, ni los pájaros daban muestras de excepcional habilidad. Pero algo mágico y maravilloso tenía lugar.
George F. Longbourne subía a un escenario. No subía sólo. Tenía a su guitarra, y a otros muchos como él, que se habían juntado para demostrar al mundo que la diferencia podía añadir algo de belleza al día a día. Aunque ellos nunca lo hubieran expresado así.
Ah, sí, también estaba su guitarra.
Y, con el primer acorde, comenzaba la transformación. La música salía como un torrente, cubriéndoles a todos con una película dorada, y el público enloquecía. Todos aquellos que habían sido la masa crítica, la multitud reprobatoria, sucumbían entre gritos de éxtasis.
Porque, desdeñando lo que sólo podía percibirse con los ojos, su arte hablaba por ellos, llenado los cuerpos de la gente como si de conchas vacías se tratasen. [...]"

Tocando el cielo con una Fender, Anne Igstry M. Liassomerighter, 2002

¿Es esto cierto? ¿Tiene la música (concretamente, la música rock) el poder de erotizar a quien la interpreta? ¿Es el aspecto físico lo que nos atrae de un artista, o es su habilidad al micrófono, la guitarra, el bajo, etc, lo que nos llama la atención? A veces, incluso, esta "habilidad" no es tal, pero el mero hecho de estar sobre un escenario, con un instrumento en las manos, parece ser una fuente inagotable de sex-appeal.
Habrá gente que diga : "Pues, por mucho que tenga un grupo, Pete Doherty me sigue dando el mismo asco". Normal. Pero entonces, ¿por qué hay tías que ansían respirar el mismo aire que él, por qué hay groupies que matarían por echar un polvo con ese espantajo? Por la erótica del rock.
Creo que este fenómeno es maravilloso. Me parece increíble que haya gente capaz de hacerme lubricar con un sólo de guitarra (sé que no soy la única, que conste). Pero llevado al extremo, se convierte en algo triste para quien toca, o intenta tocar, y para quien grita enfebrecido al pie del escenario.
Niños, soltar alaridos excitados al ver a un mono con un micrófono no es bueno. Hay que tener cierto criterio. Casi prefiero que la gente me diga que le da igual la pinta de repugnante que tenga un cantante, a los que son de la opinión de "a mí me da igual que toque el xilófono con el culo, lo que importa es que está de toma pan y moja". ¿A dónde llegaremos si seguimos así?
En fin, eso ha sido todo, tan sólo quería hacer un brindis por esos cantantes que se transforman en superhéroes cuando se van los pipas. Vuestra música os quita la máscara y nos permite veros tal cual sois.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Oyeeee pos a mi el rollito Pete Doherty me pone mogollon jajaja ese rollito de ir perdio por la vida y el tio haciendo canciones es un crack.......vivan los Babyshambles!!!!The Libertines!!!

YA sabes lo que dicen de los grandes genios.....



Creamos un mundo de orden dentro del caos..... :P


Besos
*_____________*


La Ro =)

flordesombra dijo...

eeeeeeh...
mira, después de oir tanta tontá, no me quedan fuerzas para decirte en qué fallan tus argumentos.
Una cosa es que un artista dé un poco de grima, y otra que tenga una civilización de seres antihigiénicos bajo sus uñas.
Pete, muérete. Todos te lo agradecerán con el tiempo. Tus fans querrán pensar que su momentánea fascinación por tí fue equiparable al ataque de un perro rabioso. Es decir, querrán olvidarlo cuanto antes y dejarlo muy, muy, muy atrás.
He dicho.

Findûriel dijo...

Estás siendo bastante paternalista en este post, ¿no?
Déjalos que escuchen lo que quieran, que tú hiciste lo mismo y aún lo haces. A lo mejor algún día un profesor de música les muestra que hay otros caminos, y está en sus manos el tomarlos o no. A mí HIM nunca me llamó la atención, y no por ello te dije que dejaras de escucharlo. Del mismo modo, nos hemos descubierto músicas.